Este entorno es especialmente atractivo para sectores como la distribución, el transporte y la automoción.
El Parque Empresarial El Pla, situado en Alzira, destaca no solo por su moderna infraestructura, sino también por su inmejorable ubicación estratégica. Gracias a una red de conexiones de alta calidad, este enclave se ha convertido en un epicentro logístico y empresarial tanto para compañías locales como internacionales.
A tan solo 35 kilómetros de Valencia, el parque se encuentra dentro de un eje estratégico que conecta con las principales vías de la Comunidad Valenciana. Las carreteras CV-50 y CV-42, situadas en las inmediaciones, proporcionan acceso directo a las autovías A-7 y AP-7, que enlazan el este de España con el resto de Europa. Esta proximidad permite a las empresas minimizar tiempos de transporte, optimizar sus operaciones logísticas y expandir su alcance comercial con gran eficiencia.
Además, la ubicación de El Pla en el corazón de la comarca de la Ribera Alta, una conurbación con más de 170.000 habitantes, refuerza su papel como centro económico. La cercanía a los municipios de Algemesí, Guadassuar y L’Alcúdia ofrece acceso a un mercado laboral diverso y capacitado, ideal para cubrir las necesidades de las empresas instaladas en el parque.
Este entorno bien conectado es especialmente atractivo para sectores como la distribución, el transporte y la automoción, que requieren una infraestructura vial de calidad. Asimismo, las excelentes comunicaciones facilitan el acceso a los puertos marítimos y aeropuertos de Valencia, claves para empresas que dependen del comercio internacional.
El diseño del parque, con viales amplios y una red de transporte interna eficiente, complementa esta conectividad externa. Esto permite una circulación fluida de mercancías, tanto dentro del polígono como hacia destinos nacionales e internacionales.
Gracias a estas ventajas, el Parque Empresarial El Pla no solo es un lugar para la implantación de empresas, sino también un nodo estratégico que impulsa la competitividad de las compañías y fortalece el tejido económico de la región. Un ejemplo claro de cómo la ubicación y las comunicaciones pueden marcar la diferencia en el éxito empresarial.